Un niño corre un alto riesgo de dañar su piel y sus ojos a causa de la radiación ultravioleta. Su piel y sus ojos son más vulnerables que la de los adultos. El cristalino es más transparente y permite que toda la luz llegue a la retina. La exposición a solar se asocia a quemaduras en la piel, lesiones corneales, cataratas y problemas en la retina.
Los daños causados por la radiación ultravioleta se acumulan con el tiempo. Cuanto antes comencemos a proteger sus ojos del sol menor será el riesgo de desarrollar futuros problemas relacionados. Es necesario llevar gafas de sol al aire libre.
Montura de las Gafas de Sol para Niños
Las consideraciones que debemos de tener en cuenta para seleccionar la montura más adecuada son:
- Filtro de protección: En el caso de los niños se indica un filtro de protección 4 ó 3, según la norma UNE-EN ISO 8980-3:2014. Los filtros 0,1 y 2 son demasiados claros y permite pasar mucha luz al ojo
- El tamaño de la montura: Cuanto mayor sea su tamaño, mejor protegerá la piel de los párpados y la que rodea al ojo, además de proteger al ojo.
- Resistencia de la montura: Debe de ser resistente ya que son muy inquietos y activos. Se aconsejan lentes de policarbonato y monturas flexibles, sin bisagras. Se pueden seleccionar modelos con cintas ajustables para conseguir un ajuste perfecto en todas las situaciones.
- A la hora de elegir el color del filtro se suele indicar el verde para hipermétropes y el marrón para hipermétropes.